La voz de la experiencia: nuevos métodos de tratamiento

La residencia St. Katharina para la tercera edad se encuentra en el corazón de la preciosa ciudad alemana de Endingen en Kaiserstuhl. Desde 2006 la residencia ofrece a sus 129 residentes algo muy especial: sistemas de bienestar para personas mayores. Para las tres áreas de residencia, la dirección del centro adquirió bañeras de tratamiento elevables con masajes de ondas sonoras y módulos de cromoterapia de Trautwein. El primer balance del personal fue muy positivo: «Los residentes perciben el baño como algo muy agradable y les entusiasma», así es como Bruno Kümmerle, director del área de residentes, describe las experiencias. Sus compañeras Gabriele Grün y Clarissa Lemperle también confirman que después del baño los pacientes están más calmados y descontracturados.

Barbara Schnelle, directora del centro, también se muestra muy satisfecha: «El baño ha adquirido una mayor importancia. Es mucho más que simple limpieza. Después de cada baño se percibe una atmósfera muy positiva. Los residentes sin movilidad se descontracturan y duermen bien. Los espasmos disminuyen. Constatamos una relajación visible incluso entre las personas que ya no pueden expresarse.»

Los efectos positivos de la luz en el estado de ánimo de las personas se estimulan mediante un micromasaje puesto que la música no proviene de ningún altavoz sino que la propia bañera ejerce de altavoz. El usuario no solamente oye la música sino que la percibe a través de todas las fibras de su cuerpo. Cada célula recibe un masaje y con ello se activa todo el sistema sensorial de los pacientes. Afirmaciones como: «Hace cosquillas en el trasero» muestran que los usuarios descubren de nuevo su cuerpo.

La nueva forma de baño tiene además muy buena acogida entre los trabajadores. Este concepto es ampliamente aceptado. La atmósfera del baño ha cambiado completamente; el bienestar del usuario es claramente superior. En la habitación no se ha realizado ningún cambio; simplemente se apaga la luz de neón durante el baño de modo que las luces de colores puedan difundirse completamente en la bañera. El baño se realiza con masaje de ondas sonoras, música y cromoterapia y también afecta positivamente al estado de ánimo de nuestros trabajadores. También para ellos aumenta el bienestar. La motivación crece y el trabajo resulta más fácil. Lo que antes se percibía como algo estresante, ahora se tolera mucho mejor.

Muchos factores no son tangibles y, por lo tanto, no se pueden medir. Dado que los residentes están más contentos, el trabajo resulta más sencillo, todo se hace más fácilmente. Además, para el baño se dispone también de un sistema de dispersión de aceites, que actualmente ya está en uso. Gracias a una técnica especial de remolinos, el aceite hidratante se fija en el agua en forma de diminutas gotas. De este modo incrementa el efecto curativo del aceite, mientras que la piel queda más suave, tersa y cuidada. Según las necesidades, por ejemplo en pieles secas o escamosas, se utiliza un aceite de hierbas de San Juan o se administran baños fríos. Muchos residentes perciben el delicado olor del aceite como una aromaterapia adicional.

En los baños con dispersión de aceite, resulta especialmente positivo el hecho que disminuye el riesgo de resbalar puesto que el aceite está mezclado con el agua.

Durante el baño se unen la limpieza, la terapia y el tratamiento. De este modo, ya no serán necesarias tareas adicionales como aplicar crema o aceite después del baño.

La señora Schnellen, directora del centro, está orgullosa de poder ofrecer a los residentes algo tan especial. Por eso su centro destaca de entre la gran oferta de residencias para la tercera edad. Los residentes y sus familias saben apreciarlo.